Estructura de un discurso

Al momento de preparar un discurso, es importante tener en claro cuál es la estructura de este. Cuando se trata de definir la estructura de un discurso, muchos autores difieren si esta debe llevar muchas o menor cantidad de partes. Lo cierto es que siempre están de acuerdo en que existe una estructura básica y esta está compuesta por la introducción, desarrollo y cierre. 

Si tomamos en cuenta la longitud de cada parte, la primera y la última serían las menos extensas. Debido a que el desarrollo es el cuerpo de El discurso, en él se exponen los detalles y las explicaciones del tema central de la presentación.  

La organización del discurso es muy importante, primero, porque la organización ayuda a mejorar la claridad del pensamiento de manera sistemática. Y, en segundo lugar, la organización aumenta la probabilidad de que el discurso sea eficaz. Es poco probable que el público comprenda los discursos que son desorganizados. Y aún menos probable es que los oyentes piensen que los hablantes desorganizados son personas confiables o creíbles. 

Introducción

La introducción en un discurso establece el primer contacto crucial entre el hablante y su audiencia. Para la mayoría de los discursos, la introducción debe durar menos de un minuto, y esta debe lograr tres puntos importantes.

El primer objetivo es centrar la atención de la audiencia. Los oradores deben tener una manera de captar la atención para así interesar a la audiencia. Esto lo pueden lograr a través de una broma, un hecho asombroso o alguna anécdota personal. Las preguntas retóricas como “¿Nunca te has preguntado cómo...?” son notoriamente ineficaces.  

La introducción es el lugar donde la idea principal debe expresarse con mucha claridad para que la audiencia tenga una idea del propósito del discurso. Los oradores deben encargarse de orientar a la audiencia y establecer conexiones entre lo que saben o en lo que ya están interesados, y el tema del discurso. 

El segundo objetivo de la introducción es establecer una buena voluntad y credibilidad. La audiencia necesita ver al orador como alguien a quien escuchar con atención y simpatía. Por esta razón el orador debe encargarse de tener tanto estilo en la presentación como concentrarse en el buen contenido del discurso. Hacer contacto visual con la audiencia y mostrar confianza en la voz del orador son dos formas importantes de establecer ética. 

Y el tercer objetivo de una introducción es dar una vista previa del discurso. La mención de los puntos principales que se tratarán en el desarrollo o cuerpo del discurso prepara a la audiencia para escucharlos. La vista previa debe culminar con una transición, una frase breve o una pausa. Esto se hace para indicar a la audiencia que el discurso se está moviendo fuera de la introducción hacia el desarrollo.

Desarrollo o cuerpo

Para el desarrollo de un discurso, cuantos menos puntos principales, mejor. Para discursos cortos de menos de 10 minutos, el cuerpo no debe tener más de tres puntos principales. En los casos donde el discurso es más largo, más de cinco puntos principales pueden causar que el público tenga problemas para seguir y recordar el discurso.  

En un discurso, los puntos principales deben estar claramente establecidos y señalizados. Estos deben ser marcados como distintos e importantes para la audiencia. Las transiciones a menudo pueden servir para señalar nuevos puntos, al igual que las pausas antes de una idea importante. 

Además, un orador puede enumerar los puntos principales utilizando palabras como: primero, segundo, tercero, luego y finalmente. De esta manera, se hace más fácil para la audiencia reconocer y seguir las ideas claves. 

El cuerpo de un discurso puede abarcar más del 80% del tiempo en el que el orador estará frente a la audiencia. Es por esta razón que el tema debe ser tratado con profundidad, haciendo uso de datos, citas de autores, cifras, etc. Para la fluidez de su discurso también puede utilizar figuras retóricas y poner en manifiesto su elocuencia. Todo el conocimiento que el orador tenga en este tema, siempre que sea conciso y fácil de entender, debe vislumbrar en el desarrollo. 

Conclusión

Luego de una transición del cuerpo del discurso, sigue la conclusión. Es necesario mencionar que la conclusión en este caso debería ser algo más corta que la introducción, además de que debe cumplir dos propósitos. El primero es hacer un resumen de las ideas principales y el segundo es darle al discurso la sensación de cierre y finalización. 

Una buena conclusión puede referirse a la introducción, ofrecer una analogía o metáfora que capture la idea principal o dejar a la audiencia con una pregunta. Una cita breve también puede dar lugar a una conclusión eficaz. Así como también pueden servir para realizar la apertura de eficacia de una presentación. 

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